Espárragos

- Hola, ¿es aquí donde venden espárragos?

Miro alrededor. Estoy rodeada de móviles.

- Ehm... no. Aquí se venden móviles. MÓVILES.
- Entonces ¿no es aquí donde se venden espárragos?
- Puesss... va a ser que no.
- Vaya... es que lo veía tan verde que yo pensé...
- Es la tienda de al lado, señora xD.
- Seguro que aquí no es ¿no?
- ...

Humanoide sordo

- Hola, buenos días.
- Dígameeee.... a ver que le pica ahora.
- Quería un móvil.
- Bien... está en el lugar adecuado.
- Sí, pero tiene que ser Timofónica.
- Ehm... ¿qué?
- Sí, que lo quiero Timofónica.
- Ya... bueno es que aquí somos verdes. Igualmente, Timofónica no es una compañía de telefonía móvil. Su hijito Azul sí, pero ellos... no.
- ¿¿¿Me estás negando la venta de un móvil???
- No, mire, le estoy diciendo que aquí somos Verdes. Que si quiere Azul, vaya a otra tienda. Y si quiere Rojo, pues también.
- Muy bien, sácame la hoja de reclamaciones.
- ¿Perdón?
- ¡Que quiero la hoja de reclamaciones! Venga ya.....
- Sí, señor xD. Lo que usted diga... xDDDD

Días después me llamaron de la Oficina de Consumo (a estas alturas ya casi tomaba café con ellos):

- Oye duendecilla, ¿vosotros no eráis Verdes?
- Sí...
- Entonces... ¿por qué tengo aquí una reclamación que no quieres hacer una venta Timostar?
- Ehm... esa reclamación esta mal querido. En realidad no hice una venta Timofónica.
- Ah... vale... aclarado pues xD.
- Sí xDDDDD.

Un cliente...

Atender un cliente es una experiencia... extrareligiosa. Las personas somos raras por naturaleza. Rara y distinta.

Y un coñazo en algunos casos.

Fui promotora de una pequeña ciudad de este nuestro país y, en mis "ratos libres" (vamos, casi las 40 horas semanales) vendía terminales móviles.

Y accesorios.

Y escuchaba las penas de los clientes.

Que estaba yo por montar un consultorio psicológico en la trastienda.

Cada mañana era una nueva aventura. Ya me despertaba con una frase en la cabeza "a ver que nos depara el día de hoy".

Y cada día, toooodos los días de aquellos dos años, regresaba a mi casita flipando más que el día anterior.

Como comenzó todo...

Da igual lo que estudies o para lo que te prepares. Muchas veces uno termina trabajando de cualquier cosa menos de aquello que había soñado.

Y yo soy una de ese grupo tan selecto.

El día que me preguntaron "¿y con este móvil puedo realizar llamadas?" ese día... ese día tendría que haber abierto el blog.

Pero aquí estamos, mucho mucho tiempo después. Sacando recuerdos de aquellos maravillosos años.

Y es que, todos los que hemos (o están) trabajando cara al público deberíamos sacar un libro. Me apuesto lo que queráis a que sería best-seller.

O por lo menos sacaríamos los colores a más de uno.